Fue esquiva desde un principio, le costó entrar en mi mundo.
Sus ojos redondos y grandes me hablan, su mirada nos lleva a una conexión especial, una conexión de la que nadie sabe, una conexión que nadie ha experimentado.
La otra noche durmió en mi cama, no lo había hecho nunca. Despertarla fue un regalo.
Gracias por aparecer en mi planeta, gracias por ser parte de mi, gracias por ronronearme en la oreja.
Eres mi favorita.
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